Boyacá se enfrenta a retos económicos con el alza del diésel, mientras el gobierno busca cerrar el déficit de los combustibles
El Ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla González, anunció que el precio del diésel aumentará en $6.000 durante el próximo año y medio, un incremento que será aplicado en tres ajustes semestrales de $2.000 cada uno. Esta medida, adoptada de manera unilateral tras no llegar a un acuerdo con los gremios transportadores, afectará significativamente al departamento de Boyacá, una región donde el transporte es un pilar fundamental de la economía local.
Boyacá: Un departamento en alerta por el impacto del alza del diésel
Boyacá, conocido por su economía agrícola y su dependencia del transporte de carga para la distribución de productos, se verá directamente impactado por este incremento. El alza del diésel, aunque diferida en tres etapas, representará un aumento en los costos operativos para los transportadores boyacenses, quienes verán reflejados estos costos en los fletes. Esto podría provocar un aumento en los precios de los productos básicos y una disminución en la competitividad de los productores locales.
El Ministro Bonilla explicó que la decisión se tomó ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los gremios del transporte, quienes se oponen a la revisión del precio del Acpm, congelado desde 2020. A pesar de la resistencia, el gobierno considera el ajuste necesario para cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC), que a 2023 ascendió a $100,3 billones.
Afectaciones en los fletes y la economía regional
El ministro destacó que, a diferencia del incremento mensual aplicado a la gasolina el año pasado, el alza del diésel se realizará en tres ajustes semestrales para minimizar el impacto en los fletes. Sin embargo, en Boyacá, donde el transporte de carga es crucial para la economía, el efecto podría ser inevitable. Los transportadores, principales consumidores de diésel, tendrán que asumir los aumentos, lo que podría repercutir en los precios de los productos transportados y, en última instancia, en la economía del departamento.
Las razones detrás del incremento
Según Bonilla, el precio del diésel ha estado congelado desde enero de 2020, lo que ha contribuido a la acumulación del déficit en el FEPC. Aunque el congelamiento del precio se decidió antes de la pandemia, el costo de producción ha seguido aumentando debido al alza en los precios internacionales del petróleo. Este desajuste ha generado una deuda significativa con Ecopetrol, que el gobierno actual ha tenido que enfrentar.
Perspectivas económicas: inflación y tasa de interés
El Ministro de Hacienda concluyó que, a pesar de que la inflación actual se sitúa en 6,86%, se espera que para finales de 2024, con el cierre del déficit de los combustibles, la inflación pueda reducirse a 5,5%. Esta reducción permitiría al Banco de la República bajar la tasa de referencia de 10,75% a 8,5% para el cierre de este año.
No obstante, en Boyacá, los efectos del incremento del diésel podrían ser más pronunciados, afectando no solo a los transportadores, sino a toda la cadena de valor que depende del transporte en el departamento. El desafío para la economía boyacense será adaptarse a este nuevo escenario y encontrar maneras de mitigar los impactos negativos en la región.