En este 2020 se han consumido aproximadamente 2.089 hectáreas en zona de páramo, la mayor pérdida vegetal de los últimos 16 años. Su recuperación podría tardar entre 50 y 70 años.
El director de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, Herman Amaya, lanza la campaña: “Los queremos vivos, frailejones para la vida”, en el inicio de la segunda temporada seca del año.
Esta campaña quiere incorporar a la Gobernación de Boyacá, alcaldías municipales, autoridades, organismos de socorro, sociedad civil, comunidad y medios de comunicación, para proteger especialmente los páramos, ecosistemas únicos y fundamentales en la regulación del ciclo hídrico, además de identificar a los responsables de ocasionar este tipo de crímenes ambientales.
“Llegó la hora de entender la importancia de proteger nuestros páramos, el 90% de los incendios que se presentan en estas áreas estratégicas, son provocados. Por eso de la mano de los boyacenses emprenderemos una de las grandes líneas de trabajo de Corpoboyacá, la cual se fundamenta en nuestro Plan de Acción con la estrategia, Boyacá Reverdece. Un proceso de restauración ecológica”, señaló Amaya.
Cifras de incendios en la jurisdicción de Corpoboyacá.
En lo que va corrido de este 2020, se han registrado 179 incendios de cobertura vegetal, que han consumido aproximadamente 2.089 hectáreas, en 59 de los 87 municipios de la jurisdicción de Corpoboyacá. Lo más preocupante es que este año, registramos tristemente la mayor pérdida vegetal de los últimos 16 años.
Golpeando a los páramos de Tota – Bijagual – Mamapacha (Cortadera, Siscunsí y Ocetá), Pisba, Guantiva-La Rusia, sector Pan de Azúcar – El Consuelo y el páramo Rabanal Río Bogotá, en los cuales la afectación asciende a 947 hectáreas, producto de 20 incendios ocurridos.
Incendios Siscunsí y Ocetá
Esta semana el director de Corpoboyacá, Herman Amaya y un grupo de los funcionarios de la Corporación, realizaron visita técnica al Parque Natural Regional Unidad Biogeográfica Siscunsí-Ocetá, la cual arrojó como resultado, la ocurrencia de dos incendios forestales que fueron provocados para ampliar la frontera agrícola, por primera vez evidenciar la quema de frailejones para asar papas, una práctica cultural de la zona.
El informe preliminar revela también la quema de más de 3.480 frailejones principalmente de las especies: Espeletia lopezii y Espeletia incana, además de un parche pequeño de arbustos de bosque, que dejaron más de 16 hectáreas consumidas, en hechos ocurridos en los meses de mayo y abril; su recuperación podría tardar entre 50 y 70 años.
Corpoboyacá condena este tipo de crímenes ambientales e inicia la respectiva investigación del caso.