Según Luis Fernando Mejía, director ejecutivo del Centro de Investigación Económica y Social – Fedesarrollo, Colombia va a registrar una contracción económica entre el -2,7% y -7,9% para el año 2020. Con base en éste cifra, Fedesarrollo estima que la tasa de desempleo subirá del 10,5% (2019) al 16,3% en un escenario optimista; De acuerdo con el informe, los sectores asociados al comercio, transporte, turismo, servicios de comida, entretenimiento y construcción seran los más afectados.
De otro lado y como si fuera poco, el pasado mes de febrero el Dane le informó al país que la tasa de desempleo para el mes de enero de 2020 se ubicaba en el 13%, registrando de esta manera una población desempleada de al menos 3.216.000 colombianos.
En Tunja, el último informe del Dane sobre el índice de desempleo durante el trimestre noviembre 2019 – enero 2020, señaló que la tasa de desocupación fue de 13.997 personas, cerca de dos mil más que en el trimestre octubre-diciembre de 2019.
Teniendo en cuenta las cifras y los sectores mencionados, no hay duda que nuestro departamento se verá afectado, y su impacto va a depender de que también estemos preparados para enfrentar la mayor crisis económica de los últimos años.
Por tal razón, es importante revisar a nivel departamental algunas cifras que podrían ayudar a tomar decisiones de inversión rápidamente, y de esta manera emprender la reactivación económica que todos necesitamos.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Boyacá, según el plan departamental de desarrollo 2016-2019 asciende a 2,8% con relación al PIB Nacional. Su desagregación nos indica que en el departamento el sector de actividades asociadas a servicios del estado pesan 14,8%, muy por encima de sectores como la construcción que tan solo llega a 8,4 % y de transporte y comunicaciones que llega a 7,4%. Igualmente superior a comercio y restaurantes y hoteles que llega a 10,4 % y por supuesto casi 10 veces por encima del sector de agua, electrificación y gas que tan solo pesa 4.8%.
Como conclusión preliminar, se podría señalar que en el departamento se crea más empleo público que puestos de trabajo en industrias o empresas de manufactura o generación de valor agregado. Para probar lo anterior, solo falta ver las dificultades por las que atraviesa el otrora corredor industrial de Boyacá.
Así que llegó el momento para que entre todos planteemos ideas revolucionarias que con fundamento en estrategias fuertes de mercadeo virtuales procuremos mover nuestra economía local. Boyacá exporta, Boyacá vende, Boyacá trasforma, etc
Hoy Boyacá cuenta con el talento humano suficiente y capacitado para apoyar financieramente a nuestros empresarios en la implementación de plataformas virtuales de mercadeo de sus productos; de tal manera que se logre superar los costos de intermediación y reivindicar su condición de empresarios. Esta estrategia contribuiría con la consolidación de un proceso de economía colaborativa que apoye la alianza productiva Inter generacional y que reivindique a nuestros productores.
El Índice de Competitividad Turística Regional de Colombia, señala que en Boyacá tan solo se invierte el 0,29% de su presupuesto en turismo. Por tal razón, una vez superemos la actual contingencia, se debería de manera complementaria a la promoción turística, invertir recursos que busquen la adecuación de espacios que evoquen nuestro patrimonio histórico cultural y natural y así recuperar entre otros escenarios nuestros caminos reales; esto ayudaría significativamente a toda la cadena turística entre pequeños y grandes empresarios y así contribuir enormemente en la transformación del turismo en Boyacá.
En infraestructura, llegó el momento de implementar una estrategia que permita en el marco de la Ley y con él uso de recursos propios, la participación de las empresas de ingeniería local en la contratación pública. Así que reducir en lo posible la agregación de recursos que faciliten la participación de conglomerados de la contratación nacional coadyuvaría enormemente en el fortalecimiento de todas las empresas departamentales.
Por último, si aplicamos más y mejores recursos en el fortalecimiento de nuestros empresarios, mas rápidamente reactivaremos nuestra economía; por tal razón, debería ser un deber de toda institución pública departamental procurar en el marco de ley que las compras e inversiones públicas se hagan pensando en lo nuestro y en nuestra capacidad industrial. De esta manera el sistema productivo local avanzará y así recuperaremos la senda de un crecimiento importante.
Compremos lo nuestro, consumamos lo nuestro y construyamos con lo nuestro, es el camino.