Por: Carlos Ramírez / El presunto detrimento de dinero público, celebrado contratos sin los debidos requisitos legales y la falta de planeación, tienen hoy en la mira a dos exalcaldes de Tunja, Pablo Cepeda y Alejandro Fúneme, quienes podrían enfrentar serias consecuencias judiciales por su manejo irregular de millonarios contratos en el marco del Plan Bicentenario.

La Fiscalía 25 Seccional adscrita a la Unidad Seccional Administración Pública de Boyacá, avanza en una investigación penal que involucra directamente a las antiguas administraciones por presuntas irregularidades en la remodelación de la Plaza de Bolívar, según seguimiento a la Acción Popular interpuesta por el ciudadano Yesid Figueroa.

Los exmandatarios no solo habrían celebrado contratos sin los debidos requisitos legales, sino que dejaron en evidencia una gestión descuidada y perjudicial para los tunjanos.

La obra, que se promocionó como un hito histórico para la ciudad, resultó siendo un desastre administrativo y financiero. La instalación de pisos en mármol travertino, material costoso y de alto mantenimiento, fue un error garrafal que ahora tiene consecuencias negativas para el erario municipal.

A pesar de contar con un manual de mantenimiento, que exigía revisiones y tratamientos cada seis meses, el contrato omitió por completo estas especificaciones, lo que ha llevado al acelerado deterioro de la obra.

¿Dónde fueron a parar los recursos invertidos?, ¿Por qué se aprobó un proyecto sin garantías de sostenibilidad?. Estas son preguntas que la ciudadanía exige claridad y respuestas.

Las consecuencias podrían ser severas. De comprobarse las irregularidades, los exalcaldes enfrentarían penas que van desde los 6 hasta los 12 años de cárcel. Esta situación ha generado indignación en la comunidad, que ve cómo una obra que debía ser símbolo de orgullo, se está convirtiendo en un monumento al despilfarro y la negligencia. ( Se ven patologías y losas rotas).

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