La empresa de todos los boyacenses reinvierte en la automatización de sus procesos.
En el marco de la Semana Mundial del Agua, la Nueva Licorera de Boyacá (NLB) resalta la importancia del recurso hídrico como principal materia prima para la fabricación de licores de óptima calidad en el departamento, proceso que ha marcado un antes y un después con la reciente adquisición de una nueva planta desmineralizadora en la NLB.
“Pensando en la mejora continua hemos avanzando en la actualización y tecnificación de varios de nuestros procesos, incluida la planta de producción, por esa razón, hace unos meses destinamos más 600 millones de pesos para una planta desmineralizadora, completamente automatizada, ya que la anterior alcanzaba alrededor de 30 años de antigüedad, aspecto que le generaba a la empresa altos costos para su operación”, explicó Sergio Armando Tolosa Acevedo, gerente de la Nueva Licorera de Boyacá.
En sus inicios, la Industria Licorera de Boyacá captaba el agua directamente del Río Jordán de Tunja y tras un proceso de purificación se obtenía agua potable, insumo base para la preparación del aguardiente, ron, brandy, vinos y cremas, entre otros productos del portafolio.
“Posteriormente comenzamos a tomar el agua del acueducto de Tunja, la cual se enviaba a tanques de almacenamiento con capacidad para 400 metros cúbicos, debido a la escasez de líquido en la ciudad. Adicionalmente debíamos volver a tratarla por su deficiencia. En la década de los noventa, la empresa adquirió dos plantas desmineralizadoras semiautomáticas, una de ellas para Tunja, que funcionó desde 1992 hasta el 2021”, manifestó Gustavo Patiño Salas, subgerente Técnico de Producción de la NLB.
Hoy, la empresa de todos los boyacenses cuenta con una nueva planta desmineralizadora digital, brindando mayor eficiencia y calidad del agua, además de minimizar el error humano y evitar pérdidas del líquido vital. (Fin/ Adriana Villamil Rodríguez – Prensa Nueva Licorera de Boyacá – UACP)