De acuerdo con el programa de monitoreo y seguimiento de degradación de suelos y tierras para Colombia – Ideam; el departamento de Boyacá cuenta con un índice de erosión del 72,3 %. Esto quiere decir que entre territorio sin suelo – desprovisto de total cobertura -, erosión muy severa y severa, sin contar la moderada y ligera, el departamento tiene 240.516 hectáreas afectadas por este flagelo.
El estudio refleja que el departamento viene acumulando un grave problema de erosión en sus provincias durante muchos años. Como consecuencia de ello existe una pérdida de fertilidad y por ende de competitividad de sus suelos; situación que ha permitido que los agricultores y ganaderos en búsqueda de mejores condiciones de productividad comprometan reductos de bosque natural e inclusive áreas de Páramo.
De forma complementaria, el sistema de monitoreo de bosques y carbono del Ideam, ha registrado en los últimos 18 años la pérdida de cerca de 8.065 hectáreas de bosque natural y de la misma manera, el mapa de ecosistemas del Ideam registra un área cercana a las 550.000 hectáreas de páramos en alto riesgo.
Por esta razón, de manera respetuosa y con el propósito de aportar ideas para la recuperación ambiental y económica de nuestro departamento, invito a la Secretaria de Ambiente de Boyacá a que lidere junto a nuestros Alcaldes, Corporaciones Autónomas Regionales y empresa privada un gran programa de restauración activa de áreas afectadas por erosión.
La siembra de 500.000 árboles nativos de forma técnica, garantizando su sostenibilidad y mantenimiento en al menos 3 años, permitirá que juntas de acción comunal, juntas de acueducto y mano de obra calificada se beneficien con empleo directo y así contribuir en la reactivación económica de dichos territorios.
Coordinar junto a la Secretaria de Agricultura la identificación de áreas con vocación forestal que permita la siembra de al menos 200.000 árboles de maderas de interés comercial para su comercialización en el mercado nacional o exportación.
Dicha siembra en áreas degradadas o intervenidas únicamente, permitirá por ejemplo, que en la provincia de occidente del departamento disminuya la presión antrópica sobre un patrimonio ambiental de enormes cualidades ecosistemicas como lo es la serranía de las Quinchas.
Intervenir áreas de interés estratégico como las provincias de Centro, Ricaurte Alto, Norte, Tundama, Sugamuxi y Valderrama por ejemplo, con obras de geotecnia de alto impacto; traería consigo más empleo regionalmente y una importante disminución de sedimentos en los ríos Chicamocha y Cane entre otros; y de esta manera reducir el riesgo por inundación de territorios aledaños a su área de influencia.
Por su puesto, estamos hablando de una gran bolsa de recursos, que entre las instituciones señaladas puede ascender a los 25 mil millones de pesos en los próximos tres años, rubro que no es significativamente alto en comparación al beneficio ambiental y social que traería.
Las inversiones ambientales se necesitan al igual que las grandes obras. Cada día se demuestra que invirtiendo en la implementación de todos los estudios y planes de manejo adelantados a la fecha lograríamos la sostenibilidad de los territorios. No más planes sin ejecutar. El medio ambiente tiene que recibir más y mejores recursos para su recuperación y/o restauración y menos campañas temporales de publicidad mediática
Finalmente, a mediano y largo plazo dicha secretaría podría junto con la secretaria de Turismo, Desarrollo y Car’s implementar y financiar capacitaciones y acreditaciones de servicios ecoturisticos a las comunidades ubicadas en ecosistemas estratégicos, de tal manera que les permita prestar un buen servicio y así usar de manera sostenible dichos escenarios. Prevaleciendo por supuesto su conservación.
Por todo la anterior, la recuperación de los problemas ambientales se convierten en una oportunidad para la revitalización laboral tan necesaria en la reconstrucción de nuestra economía regional.
Omar Francohttps://www.facebook.com/omar.franco.3781995