• Los trabajos incluyen la remoción de sedimentos y recolección de basura y material vegetal de los cauces.
  • Con este proyecto la entidad le apuesta a la prevención de inundaciones en temporada de lluvias.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) realiza obras para la recuperación y ampliación de la capacidad hidráulica de las quebradas María Ramos y Quindión, así como en el río Chiquinquirá, en este municipio boyacense.

La intervención comprende la adecuación manual y con maquinaria de 12.730 metros de estas tres fuentes hídricas, afluentes del río Suárez.

Elkin Villamil, director de Infraestructura Ambiental de la CAR, informó que los trabajos contemplan la remoción de sedimentos, la recolección de basura, escombros y material vegetal que obstaculice el cauce y la recuperación ambiental del ecosistema.

“En los últimos años, en épocas de invierno, hemos tenido quejas por desbordamientos de las quebradas Quindión, María Ramos y el río Chiquinquirá. Como estos son afluentes el río Suárez, la CAR realizó estudios para adelantar adecuaciones hidráulicas por solicitud directa de la comunidad”, mencionó el funcionario.

Además, explicó que con ello la Corporación busca prevenir inundaciones en temporada de lluvias, daños materiales y afectaciones a las personas que viven a orillas de estos tres afluentes. Asimismo, descontaminar los canales y mejorar las condiciones de evacuación de las aguas que desembocan en la parte alta del río Suárez.

“Todo lo que viene por escorrentía superficial de sectores aledaños a Chiquinquirá desemboca en estas dos quebradas y el río, y como nunca se había hecho un mantenimiento profundo o una adecuación hidráulica, se registran emergencias”, destacó.

Las obras avanzan en cerca de un 40 por ciento.

“Esperamos que a final de 2023, cuando se presente una nueva temporada de lluvias, no vuelvan a registrarse desbordamientos como en años anteriores sobre vías y barrios. Tampoco el desalojo de viviendas ubicadas en zona de invasión cerca a estas tres fuentes hídricas”, aseguró Villamil.

En la quebrada María Ramos serán intervenidos 1,74 kilómetros, mientras que en la quebrada Quindión 4,04 kilómetros y en el río Chiquinquirá 6,95 kilómetros. Además, se desarrollará una restauración ambiental con más de 3.000 árboles nativos por parte de Obras por Boyacá, consorcio que adelanta el proyecto, según explicó el funcionario.

Jahanna Castro, directora de la Regional Chiquinquirá, aseguró que desde marzo se adelanta la socialización del proyecto con los cerca de 680 propietarios de terrenos que viven en inmediaciones de estos tres afluentes.

Mantenimiento al río Suárez

Actualmente la CAR adelanta trabajos de mantenimiento y reforzamiento de jarillones en el río Suárez para evitar inundaciones en temporada de lluvias.

“En este momento estamos pasando por un fuerte verano y todos nuestros sistemas hidráulicos y afluentes están en nivales bajos, incluyendo el río Suárez. Por eso desde las compuertas Tolón hacia abajo se puede observar una mínima lámina de agua, la cual está acorde con la planeación hidráulica que se proyectó. No obstante, en época de invierno el nivel volverá a subir”, subrayó Elkin Villamil.

El director de Infraestructura Ambiental de la CAR afirmó que las adecuaciones hidráulicas buscan mitigar el riesgo y ampliar la capacidad de las fuentes hídricas, en beneficio de la comunidad.

“Hace un año y medio hicimos la adecuación del río Suárez desde las compuertas de Tolón, aguas abajo, hasta límites con Santander. En total fueron intervenidos 13,2 kilómetros, aproximadamente, y removidos alrededor de un millón de metros cúbicos”, dijo.

Afirmó, además, que en 2022 se presentó el mayor volumen de lluvias registradas en los últimos años en la jurisdicción. “No tuvimos ningún desbordamiento, inundación o afectación en esta zona, situación que demuestra las bondades de la recuperación del sistema hidráulico Palacio, Fúquene, Cucunubá y afluentes”, destacó Villamil.

Con estas obras, la CAR espera que ni los ríos Suárez y Chiquinquirá ni las quebradas María Ramos y Quindión vuelvan a desbordarse en, por lo menos, 100 años.

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